María Herrador es, a día de hoy, todo lo que nosotras soñamos ser: profesora de educación infantil. En la escuela en la que está trabajando hicieron un proyecto muy interesante con las nuevas tecnologías, y ha venido para contarnos su experiencia. A grandes rasgos, el proyecto consistía en que los niños de infantil hicieran una película basándose en la película de Hayao Miyazaki "Mi vecino Totoro" haciendo uso de las nuevas tecnologías. Pero antes de empezar con el proyecto, primero nos ha explicado su trayectoria profesional haciendo alusión a las distintas metodologías usadas en los distintos centros en los que ha estado. Después nos ha explicado el proyecto haciendo hincapié en las tecnologías usadas para llevarlo a cabo. Para finalizar, ha habido un turno de preguntas en las que hemos resuelto nuestras dudas.
María en un momento de su charla |
Una vez terminados los estudios, empezó a buscar trabajo. Esa búsqueda, le ha llevado a trabajar en muchos y diversos centros. Lo bueno de conocer muchos centros es que te da la oportunidad de conocer y vivir distintas metodologías: Urtxinta en las ikastolas, eskola txikiak, el sistema Amara Berri, trabajo por proyectos... Por lo que ella dijo la mayoría de los profesores estaban quemados y sin ganas de innovar. Pero no solo eso, a los niños también les veía sin ganas de hacer nada, desmotivados. Por eso, ella creía que había que cambiar algo, no sabía el qué, pero algo.
Antes de empezar a recorrer su biografía laboral, me parece importante explicar que es una eskola txikia: generalmente son escuelas situadas en los pueblos pequeños, y no cuentan con muchos alumnos. Las características de estas escuelas son las que enumera mi compañera Aintzane Ongay en su blog:
La lista de centros en los que ha trabajado es extensa, pero estas son las más importantes: la eskola txikia de Aduna, la escuela pública Amara Berri y la eskola txikia de Zubieta.
- Es una escuela pública y es la única del pueblo o del barrio.
- Es una escuela vasca.
- Está formada por seis clases o menos.
- Son grupos pequeños.
- Los niños de diferente edad están en la misma clase.
- Se fomenta la cooperación y la interacción de forma natural.
- Relación directa con la naturaleza.
- Un lugar ameno para conocerse y tener en cuenta a todos.
- Relación estrecha entre padres y profesores.
La eskola txikia de Aduna le supuso un cambio como profesora ya que en esa escuela no planteaban el ser profesor, sino el rol del profesor. Por eso, la formación que recibió allí le resultó más importante que la que recibió en la universidad de Magisterio. Además, en Aduna trabajan por proyectos, una metodología que le encantó porque le dan importancia al niño y no a las competencia que tienen que interiorizar. A grandes rasgos, los trabajos por proyectos consisten en sacar un trabajo desde una idea de un niño. Para eso, los profesores tienen organizados los "contenidos" en unas unidades didácticas para poder llevar la clase si no salen trabajos de las ideas de los niños.
Tras la eskola txikia de Aduna María fue a la escuela pública de Amara Berri. En él hay instaurado un sistema que coge el nombre de la escuela: sistema Amara Berri. De sobra es conocido el sistema y su forma de actuar, pero María dijo que no le gustó la forma de enseñar, que le parecía demasiado dirigido todo y que no le daba espacio al alumno.
Después de Amara Berri fue a trabajar a algunas ikastolas donde usaban el método Urtxintxa y dejó muy claro que no le gustan las metodologías basadas en hacer fichas, sino que prefiere dejar a los niños jugar libremente. Hoy en día, María trabaja en la eskola txikia de Zubieta. En ella deja que los niños trabajen y jueguen de manera libre, porque no le gusta obligar al niño a hacer determinadas actividades.
A mí personalmente me parece que es muy difícil decidir que método es mejor o con cual desarrollan más las habilidades los niños. Porque lo que desarrollan en un método no lo hacen en el otro, pero en el otro puede que desarrollen algo que en el uno no lo hagan. Decidir cual es el más equilibrado me parece más una cuestión de ideales que otra cosa, depende de a que le dé más importancia: a la psicomotricidad, a las inteligencias o a otros factores.
En cuanto a tecnologías, al principio no las usaban para nada. El primer contacto que tuvo con las tecnologías, una vez empezó a trabajar, fue en Zubieta, ya que tenían una sala acondicionada para las nuevas tecnologías e impartían cursos de formación de Power point. Pero antes los informes no se hacían por ordenador, y ni la programación ni las reuniones se recogían en ellos.
Como ya he dicho más arriba, hoy en día María trabaja en la escuela de Zubieta donde solo hay cinco profesores, un PT y tres grupos de educación infantil y otro de educación primaria (hasta segundo). La metodología que se estila sigue las líneas del paradigma constructivista impulsando una escuela inclusiva y una aprendizaje cooperativo. Para ello, inducen la interacción de los alumnos y el trabajo en equipo, así como el aprendizaje significativo y activo.
PELIKULA PROIEKTUA
En el 2012 Estitxu De Aberastur se puso en contacto con María y le presentó un proyecto que consistía en que los niños de su clase debía hacer, utilizando las TIC, una película o "mini película" basándose en el largometraje de Hayao Miyazaki llamado "Mi vecino Totoro". Esta película es una de las más autobiográficas del autor, ya que hace referencia personales de la infancia del director: la enfermedad de su madre (tuberculosis, como la madre de las protagonistas), el miedo a la oscuridad (materializado en los Espíritus del Polvo), esta ambientada en los bosques de Tokorozawa en la prefectura de Saitama (donde Miyazaki pasó su infancia)...
En la década de los 50, Satsuki Y mei, dos niñas de once y cuatro años respectivamente, se mudan a una casa en el campo situada en Tokorozawa, un pueblecito de Saitama. Su madre está recuperándose en el hospital de una enfermedad y por esa razón están viviendo con su padre, que es profesor universitario. Su padre y ellas se trasladan a una casa rural con el fin de que la familia pueda vivir unida. Su nuevo hogar es una vieja casa, cerca de la que hay un enorme alcanforero, un árbol común en Japón. Lo que para cualquiera podría ser una mudanza aburrida, para estas niñas se convierte en toda una aventura. Descubren a los Espíritus del Polvo, que según les cuenta una anciana habitante del lugar son unos espíritus que habitan las casas oscuras y vacías. Ahora que la casa tiene inquilinos los espíritus se buscarán otro lugar más tranquilo, y con menos luz. Una vez la mudanza está más o menos acabada y ya conocen a sus vecinos, toca inspeccionar los alrededores de su nueva casa. En ese momento, jugando por ahí, es cuando Mei descubre a los Totoro, unos espíritus del bosque que viven en el árbol que está al lado de su casa. Mei, y posteriormente Satsuki, trabarán amistad con ellos y acudirán a ellos cuando estén en problemas.
Pero antes de llevar el proyecto a las aulas había que conseguir el permiso para hacerlo. Así que en una reunión de la comisión pedagógica se presentó el proyecto que Estitxu había diseñado en una reunión que mantuvo con los coordinadores del Berritzegune, y se estableció que en clase trabajarían el guion como tipo de testo para que los niños fueran familiarizándose con ellos. Así mismo, también hablaron de que técnicas iban a emplear para llevar a cabo el proyecto mientras Estitxu iba presentando el recorrido que había diseñado.
Ya con la autorización del colegio, se hizo una asamblea con los alumnos para presentarles el proyecto y recoger opiniones sobre el tema. Y como estas fueron muy positivas y ya contaban con el permiso del centro, se dedicaron a llevar a cabo dicho proyecto.
Antes de empezar con el proyecto, primero vieron la película y, María nos comentó asombrada que a los niños les gustó tanto que no se cansaban de verla una y otra vez. A mi, personalmente, Hayao Miyazaki es un director de cine y un mangaka (dibujante de comic, en japonés) que me fascina, tanto por su calidad de dibujo como por la profundidad de los sentimientos y las lecciones que da en todas su películas: El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, El castillo ambulante, Cuentos de Terramar, Mi vecino Totoro, La tumba de las luciérnagas... En todas ellas ensalza la amistad y el amor y no da tregua a la sed de poder y codicia de los poderosos. Otros de los temas que suelen tratar todas sus películas, de forma directa o indirecta, es la naturaleza, o más bien, la destrucción de la naturaleza. Miyazaki intenta concienciar a la nueva generación de la importancia de cuidar del medio ambiente y de la necesidad de respetar la naturaleza. Y lo hace de forma tan sutil, que no te das cuenta de ello y parece que simplemente estás viendo una película más.
Después de ver la película, los niños, con la ayuda de la profesora, ambientaron la clase con los decorados de la película y eligieron los personajes que iban a salir en su película. Una vez elegidos los personajes, María imprimió unos dibujos y los niños los pintaron. Tras esto, y para que los niños tuvieran un primer contacto con las tecnologías, fueron a la escuela audiovisuales de Andoain y los profesores recibieron formación con Estitxu y Dani Losada, profesores de la Universidad de Magisterio de San Sebastián, sobre las TIC y sobre cómo hacer una película de animación.
Tras la formación y la preparación de la clase y los personajes, los niños, ayudados por los profesores, hicieron un guión base para poder empezar con la historia. Y, sabiendo ya por donde iba a ir la historia, empezaron a hacer la fotos que compondrían el vídeo. María nos comentó que le encantó esta parte porque veía que incluso los tímidos participaban y que los niños estaban entusiasmados. Además, los niños se daban cuenta que no vale hacer fotos sin más, sino que la historia tenían un principio y un final y que había que ajustarse a eso.
Una vez terminado la fase de las fotos, los profesores montaron el vídeo con el programa de PINACLE, tanto las fotos como la música. El proyecto que se había planteado para hacerlo en un plazo de tres meses al final se hizo en seis meses. Tras esos seis meses, consiguieron hacer un vídeo de tres minutos que presentaron a los padres muy orgullosos, en tandas de cinco pases, como en un cine. Para eso, entre los de infantil y primaria prepararon la clase como si de un cine se tratase y prepararon también una alfombra roja para los niños. María nos enseño unas fotos en las que se veía a los niños super contentos e ilusionados con que los padres fueran a su clase.
Creo que el trabajo por proyectos es una oportunidad increíble para poder dejar a los niños volar su imaginación, para poder experimentar y poder aprender a trabajar en equipo, a divertirse juntos, bien mayores y bien pequeños. También creo que es una oportunidad para poder conseguir una mayor afinidad entre profesores y alumnos e incluso para poder colaborar con diferentes centros y organizaciones. (Izaskun Pedrera)